- Un 70% de la población ha tenido hongos alguna vez en su vida
- Las personas de edades comprendidas entre 20-35 años son las más sensibles
- Más frecuente en verano, debido a las altas temperaturas
- Los esmaltes, contraindicados en pacientes con infecciones en las uñas
Si oímos la palabra 'hongo', nuestra mente probablemente evoque una especie de seres vivos pertenecientes a un reino diferente del animal o el vegetal. Y exactamente es así. Pero si pensamos en 'los hongos de verano', pensaremos además en contagio, infecciones y demás afecciones que estos microorganismos, molestos y tediosos, causan sobre todo en los meses verano.
"Se dice que hasta un 70% de la población ha sufrido hongos alguna vez en su vida", afirma la doctora Zulema Matías Martín, perteneciente al Colegio Oficial de Podólogos de Madrid.
Los hongos son microorganismos que puede ocasionar micosis, es decir, enfermedades infecciosas de la piel y onicomicosis, que son infecciones causadas en las uñas. A veces también, indica la podóloga puede producir infecciones por la habilidad de debilitar los tejidos desvitalizados.
La población más sensible es la comprendida entre los 20 y 35 años, ya que "son las que tienen más contacto con las zonas propensas", asegura. Por su parte, el doctor Julio García Rodríguez, médico microbiólogo del Servicio de Microbiología del Hospital La Paz de Madrid, explica la distinción entre micosis profundas y superficiales. Las primeras ocurren sólo en pacientes inmunodeprimidos, y las segundas se dan en todo tipo de pacientes y afectan a la piel, pelo y uñas que son elementos con mucha queratina, una sustancia que "gusta mucho a los hongos". La llamada tiña o dermatofitosis que pueden afectar a todo el cuerpo (tiña corporal) al cuero cabelludo (tiña de la cabeza) o a los pies (el famoso 'pie de atleta').
Pero no sólo estas infecciones aparecen en los meses de verano, aunque es cierto que es la época donde más casos hay, ya que "las altas temperaturas propaga con mayor facilidad el contagio", indican los especialistas.
Contagio y síntomas
En la uña, lo más común es el engrosamiento, explica Matías Martín, una coloración negra o amarillenta y si está muy afectada, una posible caída. Por el contrario, en la piel, prosigue, se nota el tejido desvitalizado, picores y rojeces.
En cuanto a su contagio, "los hongos aparecen por tres mecanismos", asegura Vanesa Maurí, médico de familia del Cap les Corts-Hospital Clínic de Barcelona. Un primer mecanismo, es el contagio de persona a persona. Esto provoca grandes epidemias en medios urbanos, como colegios, duchas o piscinas.
Un segundo mecanismo, sigue explicando, se produce a través de los animales que nos infectan ocasionalmente al tener contacto con perros, gatos y conejos. Y un tercero, es el que se contagia a través del suelo: "se alimenta de queratina desprendida de personas y animales".
No es ningún mito que se produzcan más contagio en veranos, "esto es totalmente cierto", apunta la doctora. Pues el calor y la humedad son "el medio ideal" para su reproducción. Del mismo modo, el doctor del Hospital de la Paz añade además que hacemos más deporte lo que facilita el traumatismo y maceración de la piel, uñas, etc.
Por otro lado, los especialistas indican que aparecen por andar descalzos en la piscina, ducharse sin chanclas en lugares como los gimnasios, "por estar en contacto directo", señala Matías Martín. Si una uña es más débil, o la persona tiene las defensas más bajas, la doctora indica que se es más propensa a padecer hongos.
Prevención y tratamiento
Los tres especialistas destacan el "cuidado exhaustivo" para mantener siempre la piel seca. Se debe secar muy bien la piel, sobre todo en los pliegues. Usar chanclas en zonas comunes, evitar caminar descalzos por ambientes húmedos, no compartir ni ropa ni toallas y no tocar las mascotas que nos encontremos por la calle. Pero sobre todo, "acudir al especialista a la mínima sospecha", afirma la podóloga Matías.
Para su tratamiento indican limpieza bien seca. "Se aconseja el uso del secador de pelo", señala la doctora Maurí, así como fármacos antifúngicos. Pero será el médico quien valore el tipo de tratamiento que se efectuará en cada caso. Específicamente, para las uñas, explica Matías Martín, hay lacas ungueales que mediante la aplicación y limado van tratando la uña. "Es un trabajo poco grato", reconoce.
Esmalte de uñas, ¿sí o no?
La estética y la moda en los pies ha ido aumentando en los últimos años, tanto que se ha abierto un debate sobre si es bueno o no, utilizar esmaltes de uñas.
La onicomicosis (infección en la uña) afecta del 3% al 8% de la población adulta, tal y como afirma la médico de Cap les Corts-Hospital Clínic. "En este caso no se recomienda usar esmaltes de uñas", afirma, ya que contagiará a todas las demás uñas e impedirá, además ver la evolución de la infección y dificultará la absorción de la medicación que se está tomando. Del mismo modo, la doctora Matías Martín afirma que esta práctica sólo está contraindicada en personas con esta afección.
Fuente: Diario El mundo
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