Hay patologías ungueales que nos encontramos diariamente en consulta y que, en muchos casos, pasan desapercibidas. Puede que en ocasiones debiéramos darle más importancia a las uñas, ya que pueden ser un “signo de alarma” ante patologías sistémicas como las pulmonares, renales, hepáticas, cardiacas o gastrointestinales. Ante estos casos, lo correcto es derivar al paciente al especialista para que pueda realizarle una valoración más exhaustiva.
A continuación, os mostramos algunas:
Uña en vidrio de reloj: Aumento de la curvatura transversal y longitudinal de la placa ungueal que se asocia a una tumefacción de partes blandas que dan lugar a un ensanchamiento del delo (dedo en palillo de tambor) y una perdida de las relaciones geométricas entre los diferentes componentes. – Las formas adquiridas suelen ser debidas a trastornos de los órganos torácicos (implicados en un 80% de los casos de uña en vidrio de reloj, a menudo con la hipoxia como denominador común).
Uña en pico de loro: La sobrecurvatura se da solamente en le margen libre de la uña y suele respetar el lecho ungueal. Se puede asociar a psoriasis, esclerosis sistémica o traumatismos Suele haber uñas en pico de loro junto con otras malformaciones. En estos casos si realizamos una radiografía de la falange vemos una resorción terminal de esta.
Estrías longitudinal: Estría que recorre la uña total o parcialmente siguiendo su eje longitudinal. La forma más característica es la distrofia media canaliforme de Heller. La causa es desconocida, pero se baraja la hipótesis de un traumatismo o la presencia de un papiloma en la matriz. Sin embargo, esto no explicaría su persistencia durante varios meses o años y las recidivas de esta patología. Lo que si se conoce que existe un defecto en la matriz.
Engrosamiento ungueal (onicocauxis): Engrosamiento ungueal adquirido con ausencia de deformidad (hipertrofia simple). La uña se presenta engrosada, dura, de color grisáceo. Se asocian ambas (onicocauxis y onicogrifosis) a: traumatismos, patologías circulatoria, dermatopatías (psoriasis, ictiosis. Lepra, infecciones micóticas), afecciones del sistema nervioso central, envejecimiento y pobre cuidado del pie.
en la carrera había una asignatura llamada patología sistemica con repercusión en el pie,que no te enseñaban nada de esto... y es muy importante.
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